viernes, 31 de diciembre de 2010

Crucero Por Los Países Bálticos: Tallín-Estonia

El 3 de Junio de 2009 ME ENAMORÉ! 
Sí, conocí una de las ciudades que me conquistaría a primera vista y para siempre, su nombre: Tallín.
Fue llegar a su casco antiguo y viajar en el tiempo de una manera inmediata. Es una de las sensaciones más mágicas que he tenido en algún lugar. 
En Tallín sin darte cuenta te encuentras viviendo en la época medieval. 
Yo estaba tan feliz estando allí que no quería que pasara el tiempo para no irme! Os cuento que soy una obsesionada de esa época, amo todo lo que provenga de ella, su historia, su arquitectura, sus trajes, su estilo, en fin...hasta lo que exponen en los museos de torturas medievales! jajaja! Y cual fué mi sorpresa: allí había uno! Como el museo de prácticas de torturas medievales de Toledo, en España, que abren por temporadas...pues en Tallín lo había! 
Estaba llena de cosas medievales por todas partes, hasta la mayoría de las personas iban vestidas de la época en las tiendas, puestos, cafés o restaurantes, yo estaba fascinada!
Lo mejor es que la parte que se visita queda bastante cerca del puerto, así que se puede ir andando sin ningún problema, son unos 15 o 20 minutos desde la puerta del barco hasta la entrada del casco antiguo, pero se hacen cortos y divertidos charlando con todos los compañeros "cruceristas".
Una vez llegados al inicio comienzan las minúsculas calles que te van llevando por cada uno de los lugares más emblemáticos y típicos.
Allí también, como en Riga, se encuentran un trío de casas llamadas, esta vez en femenino, Tres Hermanas, las más antiguas de la ciudad.  
Hay una pequeña zona de callejuelas muy estrechas llena de cafés muy especiales, de variados estilos, sobretodo algunos tipo tabernilla, más bien algo subterráneos, como en plan cuevas, ambientados con luz tenue y algunas velas. Los muebles son en madera y cuero en su mayoría. Todo lo sirven en tazas y jarras de barro o cerámica....vamos yo estaba que le pedía a mi amiga que me pellizcara ;)
Resulta que en esta ciudad de cuento, en su Plaza Mayor, además de lo típico que puede haber en una Plaza Mayor, se encuentra la farmacia más antigua de toda Europa, abierta desde 1422 ininterrumpidamente, y que en estas fechas es museo. 
Es un lugar interesante a la vez que divertido para visitar, hay instrumentos de la profesión muy antiguos que se utilizaron en distintas épocas y que han conservado en muy buen estado, libros de brebajes; lo que eran medicamentos; muebles, todo el lugar es una total experiencia.
Andando hacia la parte más alta de la muralla; desde donde se contempla una buena parte de las calles y edificios que estan fuera del casco histórico y se ve perfectamente el puerto; nos encontramos con diversas curiosidades en el camino.
Comenzando por tropezarnos con unas botas cortas que hacían de maceta en unas escaleras en honor a la Torre de la Puerta de la Pierna Corta, y también existe en otra calle, ya de vuelta, la Torre de la Puerta de la Pierna Larga, y cerca de allí se pueden ver un par de botas largas, también en homenaje.  
Otra de las curiosidades fue una tienda de objetos y artesanía de las más monas y acogedoras que haya visto nunca. Además de lo que podías encontrar en ella estaba atendida por una de las señoras más dulces y amables; la Sra. Marika, que hasta nos explicó el significado de su nombre: "estrella de mar".
Más maja imposible, estuvimos un buen rato hablando con ella sobre los artistas artesanos que realizaban las cosas que vendía. La mayoría de las cosas eran en base de madera combinadas con otros materiales, pero muy originales, yo porsupuesto terminé comprándome una oveja de lo más especial que tengo desde que volví a casa sobre mi mesita de noche, parece una nube jejeje!
Me traje la pequeña porque la grande no me la iban a dejar llevar en el barco seguramente, o en el avión, que sino....por cierto podeis verlas en una de las fotos, a la oveja y a la Sra. Marika ;)
Luego de la agradable charla en la tienda proseguimos la subida por las calles hasta llegar a una puerta antigua, por la que se atravesaba una parte de la muralla y por la que se podía acceder a la zona del mirador y de diversas iglesias.
Como comenté en algún post anterior no soy mucho de iglesias ni museos, pero la Catedral Ortodoxa de Alejandro Nevski me dejó fascinada, era realmente hermosa, sus colores y arquitectura me dejaron embelesada. 

Ya en la parte del mirador vimos muchas tienditas y puestos, entre los cuales llamó particularmente mi atención el carrito de almendras garrapiñadas, esas bañadas en caramelo, pero no por las almendras, que vale resaltar estaban muy ricas, sino por la vestimenta de los vendedores, que iban con capuchones medievales de lo más divinos jejeje! Me hubiese gustado ver también como van en invierno y en verano ;)
Luego de disfrutar de las preciosas vistas que nos regaló el mirador, las almendras y del paseillo por el lugar comenzamos la vuelta, teníamos dos opciones de las cuales había que escoger una porque el tiempo se agotaba, la cosa estaba entre visitar el museo de torturas o comer algo en algún lugar para apaciguar el hambre que comenzaba a aparecer...luego de una breve charla valorando ambas posibilidades terminamos comiendo, para variar! jaja! 
Puedo decir que fué la mejor decisión sin duda porque el lugar con el que nos topamos fue la ostia! Lo mejor para concluir nuestra experiencia en ese lugar :)
Fuimos a parar a un restaurante medieval, pero de verdad! Jajaja! Todo era una copia exacta de la época, desde los muebles, la carta, la iluminación, solo a base de vela y la luz que entraba por las ventanas, los trajes de los camareros, y hasta el baño! Sí, olía muy medieval y solo lo iluminaba una vela, demasiado real, jajajaja!
La carta era un espectáculo, te la daban en tu idioma y para los que hablamos español estaba escrita en castellano antiguo, una pasada. 
Para beber solo había zumos y bebidas de época como cervezas con miel, canela, etc., nada de refrescos ni bebidas modernas ;)
La comida lo mismo, basada sobretodo en platos de caza, quesos adobados, y cualquier otra maravilla que pudiera existir que se pudiera ofrecer allí hoy en día que recordara al tipo de alimentos medievales. 
Nos la pasamos taaaan bien, totalmente inolvidable! :D
Os dejo la info del restaurante porque si vais a Tallín no podeis dejar de visitarlo, aunque no tengais hambre!:
Olde Hansa Restaurant Krambude
Olde Hansa, Vana turg 1, 10140 Tallín
Telf. +372 627 9020 www.oldehansa.com
Y así, después de vivir nuestra experiencia más medieval y con la pancita llena retomamos el camino de regreso a nuestro barco que nos esperaba con las puertas abiertas y más comida!
Porsupuesto está demás decir que pienso volver a esta ciudad y a cada uno de los mismos lugares que visité porque no me importaría para nada repetir, y además voy a por la oveja grande de la tienda de la Sra. Marika ;)


O.C.

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